Tanto los defectos de fabricación, es decir, aquellos que aparecen durante el proceso de producción, como los defectos en servicio de tipo fatiga pueden desarrollarse (fig.1) en varios productos metálicos. Las grietas pueden formarse en diferentes ángulos con respecto a la superficie, alcanzando profundidades considerables, lo que puede representar una amenaza de rotura del producto durante su uso.